Estás llegando a la madurez y acercándote al final de tu carrera, has conseguido muchos de tus objetivos. Ha habido éxitos y fracasos, pero has salido adelante. Por fin, te has asegurado una jubilación financiera bastante estable. Ha llegado el momento de pensar en vender la empresa en la que te has volcado en cuerpo y alma a lo largo de los años. Otros llevarán ese buque insignia a nuevas alturas o profundidades, pero tú ya no estarás a bordo. Te quedarás con una cómoda suma, sin nada más por lo que trabajar. ¿Y ahora qué?
Tiempo de reflexión
En este momento de la vida hay tiempo para reflexionar sobre lo que has conseguido y estar satisfecho. Sin embargo, no podemos seguir viviendo en el pasado. Estás acostumbrado a un ritmo rápido, a un estilo de vida ajetreado, a una razón para levantarte cada mañana. A veces, puede haber sido demasiado agotador y excesivo, pero tenías un sentido de propósito. Aunque tus niveles de energía no sean tan altos como antes, sigues necesitando tener ese propósito. ¿Dónde lo encontrarás ahora? ¿Todo este trabajo duro te ha aportado realmente lo que quieres? ¿La felicidad que realmente buscas?
Devolver
Ha llegado el momento de devolver. Has recibido mucho, pero la verdadera felicidad no consiste en recibir, sino en ser capaz de dar. La riqueza acumulada sólo para nuestro propio uso es solitaria, pero cuando damos a los demás y hacemos del mundo un lugar mejor, esto se traduce en comunidad. La vida sólo se vive una vez y es importante dejar un buen legado tras nosotros.
Cuando pensamos en el bien de los demás y no sólo en el nuestro, nos da un propósito renovado. Nuestro enfoque cambia y podemos estar agradecidos por todo lo que tenemos y por cómo podemos utilizarlo para el mundo. No nos interesa tanto cuánto tenemos en nuestra cuenta bancaria, sino cómo podemos utilizarlo para influir en la vida de los demás.
¿Qué es el éxito?
Podemos tener éxito económicamente, pero cuando alcanzamos ese objetivo nos encontramos en un dilema. Hemos trabajado para ello la mayor parte de nuestra vida, pero no hemos encontrado la felicidad al lograrlo. Nuestro objetivo parece haber sido el equivocado.
¿Deberíamos entonces trabajar para conseguir un beneficio mayor, es eso lo que nos traerá la felicidad? Si seguimos avanzando con el mismo objetivo de ganar más, ¿cuándo llegará a su fin? Nos hemos quedado atrapados en la carrera de la rata.
Ha llegado el momento de dar un giro. Es hora de dejar de dejarse dictar por el mundo de los negocios para centrarse únicamente en obtener beneficios. Es hora de cambiar de enfoque. Es hora de ampliar tus horizontes.
¿Cuál es el siguiente paso?
El primer paso es vender tu negocio, no para obtener beneficios económicos, sino para liberarte. Podrás servir a un propósito más digno. Tendrás tiempo, energía y recursos para encontrar una oportunidad de servir a los demás. Podrás tener más control sobre tu vida, más libertad.
Entonces, ¿estás preparado para aceptar el reto, para salir de la rutina antes de que sea demasiado tarde? Mira a tu alrededor y observa las necesidades del mundo. Piensa cómo puedes satisfacer esas necesidades, cuidar de los demás. Entonces, tu éxito en los negocios será compartido y, al devolver a los demás, descubrirás que estás aumentando tu éxito. Te sentirás más realizado de lo que nunca te sentirías si sólo buscaras la riqueza para ti mismo.
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