Puede que seas muy bueno dirigiendo tu empresa, pero ¿tienes experiencia en Vender tu Empresa? ¿Qué experiencia hace falta para vender tu empresa? Cuando se trata de vender, el juego es totalmente distinto. Y hay muchas desventajas si te encargas tú mismo de la venta de la empresa.
Desventajas de vender tu empresa sin conocimientos
- Es poco probable que estés en contacto con una red de compradores y, por tanto, puedes acabar teniendo poca competencia. Esto, a su vez, significará poco poder de negociación y un precio bajo.
- Muchos compradores de empresas tienen mucha experiencia y conocen la forma de conseguir la mejor ganga para ellos. Sin la experiencia que se necesita para vender tu empresa, no conocerás las tácticas que pueden entrar en juego en las negociaciones.
- Por definición, estás emocionado por la venta, sobre todo si has dedicado mucho tiempo y esfuerzo a dirigir la empresa. Es importante tener la cabeza fría en las negociaciones y ser objetivo sin dejar que las emociones nublen tu pensamiento.
- Hay muchos preparativos que pueden permitir que tu empresa obtenga el valor óptimo. Es bueno pedir consejo a los expertos sobre lo que puedes hacer.
- Negociar una venta es mucho trabajo y, al mismo tiempo, tienes poco tiempo para concentrarte en dirigir tu empresa. Es probable que el negocio sufra un bajón y, de nuevo, ganarás menos dinero con la operación.
Veamos un escenario en el que el propietario de una empresa se encarga de venderla por sí mismo:
- El comprador presenta una Carta de Intenciones (LOI) sencilla y sin compromiso, con una oferta baja.
- El vendedor pide más dinero y el comprador sube un poco el precio, hasta que el vendedor considera que ha obtenido un valor justo.
- El comprador realiza una diligencia debida exhaustiva, que requiere que el vendedor dedique mucho tiempo a reunir todo el papeleo y hacer informes.
- El vendedor no tiene mucho tiempo para dirigir el negocio
- La diligencia debida descubre una serie de problemas, quizá con la contabilidad, la previsión financiera o con algunos contratos
- Se actualiza la LOI, pero esta vez tiene complicaciones, como retrasos en los pagos o cláusulas que vinculan los pagos al rendimiento y otros elementos que ponen al vendedor en desventaja.
- Ahora el vendedor ha invertido mucho tiempo y energía en todo el proceso, por no hablar de los miles de dólares en honorarios de abogados. Además, el negocio se ha resentido de la falta de concentración de la dirección. Esto, a su vez, provoca descontento en la empresa, menos productividad e incluso que los empleados busquen trabajo en otra parte.
- A medida que prosigue la diligencia debida, se pone de manifiesto el declive del negocio y se exigen más concesiones.
- Llegados a este punto, el vendedor puede tomar una de estas dos opciones. La primera opción es retirarse del todo, dándose cuenta de que no hay forma de hacer un buen negocio con la venta. En este caso, el vendedor debería volver a levantar el negocio, aprender de la experiencia y pensar en vender más adelante con ayuda profesional. Con suerte, no se ha hecho demasiado daño en todo el proceso en términos de pérdida de clientes, empleados y dinero. Sin embargo, la mayoría de las veces, el vendedor está tan estresado por todo el proceso y no es capaz de igualar la experiencia del comprador cuando argumenta su caso, que el vendedor cede a un acuerdo que está muy por debajo del valor original de la empresa.
¿Qué aprendimos de esto?
Esta situación pone de manifiesto la necesidad de ayuda profesional a la hora de vender tu empresa. A menudo es posible conseguir hasta un 40% más de precio y un momento mucho menos estresante. Esto es posible cuando tienes un equipo competente a tu lado. Ellos pueden
- encontrar un mercado más amplio para tu venta,
- con más competencia y los compradores adecuados,
- ayudarte a preparar y optimizar el valor de tu empresa y
- ocuparse de las negociaciones,
para que puedas seguir gestionando bien tu empresa durante todo el proceso. Tu empresa valdrá más gracias a ello y obtendrás más por ella. Bien por ti y por el comprador.
En resumen
Merece la pena contratar a profesionales que te ayuden a vender tu empresa. Tendrán toda la experiencia necesaria para vender tu empresa. Sin ellos hay muchos escollos y dificultades. Además, tu empresa se venderá normalmente a un precio mucho más bajo. También te ahorrarás un proceso muy estresante.
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