Tu empresa es probablemente uno de tus mayores activos, por lo que es importante que le permitas tener su valor óptimo en el momento de la venta. Hay muchos errores que puedes cometer al vender un negocio, que pueden devaluarlo. Debes asegurarte de obtener un buen valor por tu Negocio en Venta. Sigue estas pautas para evitar estos errores.
Planifica la venta:
Lo ideal es que empieces a planificar la venta 3 años antes de que esperes vender, pero si ya es demasiado tarde para ello, es necesario al menos un año. Hay muchas cosas que planificar para preparar el negocio, desde asegurarte de que la contabilidad está en orden hasta la reforma. Hay que pensar en cómo planificar la transición, si ofreces formación, qué activos vendes y si vendes la empresa en su conjunto. Todas estas cosas y muchas más necesitan tiempo. La ayuda profesional puede permitirte hacer un plan minucioso para preparar la venta y es importante en esta fase si quieres conseguir un buen precio por tu empresa.
Poner la empresa en venta:
Es tentador, cuando alguien te recomienda un comprador o muestra interés en comprar tu empresa, limitarse a seguir esa única pista. Sin embargo, cuando sólo abres la opción a un comprador, es poco probable que consigas el precio que vale el negocio. Asegúrate de hacer llegar la publicidad de la venta de tu empresa a un gran grupo de compradores potenciales.
Cuenta las cosas como son, con todas sus verrugas:
Es esencial ser honesto sobre tu negocio, incluso con algo que sea negativo. Cuando un comprador esté interesado y dispuesto a llegar a un acuerdo, querrá investigar con más detalle sobre la empresa y hacer las diligencias debidas. Si encuentran algo oculto, esto les hará dudar de que pueda haber otros problemas con la empresa. En ese momento, el comprador suele reducir el precio que está dispuesto a pagar y, en la mayoría de los casos, ya no se llega a un acuerdo. Así que es importante ser franco con cualquier cosa que pueda parecer negativa y abordarla de frente, para poder gestionarla bien desde el principio.
Mantén la concentración:
Cuando estás en negociaciones para vender tu empresa, es fácil perder la concentración en la gestión del negocio. Si esto conduce a su vez a un declive de la empresa, también provocará un declive del precio que alguien está dispuesto a pagar. Puede que tengas que renegociar un precio acordado previamente, lo que aumentará el estrés. Sin duda, es aconsejable recurrir a quienes se dedican a las Fusiones y Adquisiciones, para que puedan ocuparse de todos los detalles, alejándote del estrés y permitiéndote seguir dirigiendo bien tu empresa hasta el final.
Diversifica la base de clientes:
Es arriesgado emprender un negocio en el que sólo hay una pequeña base de clientes. Es probable que algunos clientes dejen de serlo tras la venta de la empresa. Los compradores lo saben y querrán ver una amplia base de clientes para que esta probabilidad tenga menos efecto. Más del 10% de los ingresos o beneficios no deben proceder de un solo cliente. Si no puedes ampliar la base de clientes, asegúrate de que tienes contratos a largo plazo que aseguren al comprador que los clientes están ahí para quedarse. .
Desarrolla a tu personal:
Un comprador querrá hacerse cargo de una empresa que pueda seguir funcionando bien y crecer después de haberla comprado. Será muy beneficioso para ellos que el personal esté bien formado y sea competente en la gestión de la empresa, lo que aumentará su valor. La formación del personal, especialmente en funciones directivas, debe comenzar al menos un año antes de poner tu empresa a la venta. Nadie querrá comprar una empresa cuyo éxito dependa únicamente de las habilidades del vendedor.
Asegúrate de que llevas bien la contabilidad:
Una buena contabilidad dice mucho de la gestión de una empresa e inspira confianza en ella. También ayuda en la diligencia debida y en el proceso de las negociaciones, al dar cuenta exacta del negocio y de su historial financiero.
Ten contratos minuciosos y sólidos:
Asegúrate de que todos tus contratos sean herméticos y estén actualizados. Un adquirente no querrá un acuerdo que pueda suponer subidas de alquiler. O que los proveedores puedan retirarse sin previo aviso. Asegúrate de proteger tu propiedad intelectual y de tener un buen seguro. Así obtendrás un buen valor por tu Empresa en Venta.
Mantén la confidencialidad:
Cuando los clientes o empleados se enteran de una posible venta, pueden abandonarte por la incertidumbre que esto provoca. Los competidores también pueden aprovecharse de ello. Si te preocupa un empleado clave, dale incentivos para animarle a quedarse. Pero ten en cuenta el coste para la empresa en este caso.
Un sólido equipo de negociación:
Muchos adquirentes tienen experiencia en comprar una empresa. Y tienen un equipo fuerte dedicado a hacer tratos con asesores profesionales y abogados. Es importante que tengas un equipo que pueda igualar esta profesionalidad para conseguir un buen acuerdo. Los asesores de fusiones y adquisiciones pueden ser la solución para afrontar negociaciones difíciles y asegurarse de que se cierra un trato justo de forma eficaz.
En resumen
Para vender una empresa a su mejor valor hay que tener en cuenta una serie de cosas. La planificación debe empezar pronto, hasta 3 años antes de ponerla a la venta, no sólo para resolver los detalles de la transición, sino también para que la empresa funcione a su potencial óptimo. Forma al personal en la gestión y en el papeleo correcto y minucioso. Es importante comercializar bien el negocio entre diversos compradores potenciales y ser claro sobre todos los aspectos del negocio. Un buen equipo también es importante para llevar a cabo las negociaciones. Así es como puedes obtener un buen valor por tu Empresa en Venta.
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