Puede parecer extraño pensar en hacer crecer tu negocio en una recesión , pero en realidad hay muchas cosas que puedes hacer para mantener tu negocio sano y muchas oportunidades abiertas que quizá no tuvieras en los buenos tiempos. Ahora es el momento de concentrarse en las mejoras. Podemos echar la vista atrás a recesiones anteriores y aprender algunas lecciones. He aquí algunas cosas que funcionaron en el pasado:
1. Aprieta las finanzas.
En los buenos tiempos es muy fácil ser laxo con las finanzas y suele haber muchas áreas que pueden mejorarse. He aquí algunas ideas:
- Asegúrate de que tu contabilidad es exacta y se audita adecuadamente para evitar cualquier mala gestión
- Sé rápido a la hora de cobrar, preferiblemente por adelantado
- No acumules activos que no rindan bien o existencias que se muevan con lentitud
- Revisa los grandes gastos y recorta donde no perjudiques al negocio
- Compra al por mayor para ahorrar en gastos de envío u obtener ahorros
2. Mantén una buena posición de tesorería
Es importante tener una posición de tesorería estable durante todo el ciclo descendente de una recesión. Esto significa que la empresa puede cubrir sus obligaciones con una mezcla de efectivo y activos líquidos. Tener una posición de tesorería estable coloca a la empresa en una buena posición a la hora de tratar con proveedores y banqueros.
3. Es un buen momento para las adquisiciones.
Aunque pueda parecer contraintuitivo, hay muchos activos infravalorados durante una recesión, y pueden convertirse en un fuerte flujo de caja si se eligen sabiamente y con el plan adecuado. Mantén los ojos abiertos y sé decidido. Y podrás hacer crecer tu negocio en una recesión.
4. Consigue acuerdos a largo plazo con buenos tipos de interés.
En una recesión la gente puede estar desesperada por conseguir un trato, así que es el momento de negociar acuerdos a largo plazo por debajo de los valores de mercado. Puede tratarse de cualquier cosa, desde el alquiler de un inmueble hasta el sistema telefónico o el seguro. También es un buen momento para hacer tratos a largo plazo con los proveedores.
5. Mide el valor de mercado de tus productos.
Las necesidades de los clientes pueden cambiar cuando hay recesión. Asegúrate de que tu producto satisface esas necesidades. Piensa en cómo puedes añadir más valor percibido a tu producto para adaptarte a los tiempos. Podría haber formas de hacer paquetes que hagan el producto más atractivo y no olvides asegurarte de que mantienes a los clientes existentes. Atraer nuevos clientes requiere muchos más gastos.
6. No recortes en marketing.
Aunque resulte tentador recortar gastos, el marketing no es el lugar adecuado para hacerlo. Ahora es el momento de asegurarte de que utilizas tu marketing para crear una marca fuerte y mantenerte en la cima. Mantén también los ojos abiertos a los clientes de las empresas que van a cerrar y ten una estrategia para captarlos.
7. Amplía tu distribución.
En recesión, la gente busca más negocio, así que ahora tienes la oportunidad de encontrar nuevos canales de distribución. Puede que consigas un mejor trato con el canal que ya utilizas o que puedas sustituirlo por algo mejor.
8. Protege el corazón del negocio.
Si necesitas hacer recortes, asegúrate de no tocar el corazón del negocio. Evalúa lo que constituye el núcleo del negocio y sigue invirtiendo en ello, ya que es ahí donde debe producirse el crecimiento. Puede que tengas que recortar en otras áreas o subcontratarlas.
9. Cuida de tus empleados.
Un buen ambiente de trabajo y el apoyo prestado a los empleados los mantendrá fieles a la empresa. Mantén abierta la comunicación y permite que los empleados participen en la toma de decisiones, cuando sea conveniente. Los tiempos muertos pueden aprovecharse para la formación y para planificar estrategias de Ventas y Marketing.
10. Ten un objetivo y sigue trabajando para conseguirlo.
Sin un objetivo puede ser difícil tomar decisiones sobre qué priorizar y dónde recortar. Ten presente el objetivo a largo plazo mientras haces planes sólidos que te ayuden a capear el temporal de la recesión, para que puedas salir fortalecido como nunca antes.
En resumen, aunque es difícil hacer crecer tu negocio en una recesión, hay muchas oportunidades que quizá no estuvieran disponibles durante los buenos tiempos. Es una oportunidad para ser más eficiente e incluso para crecer. Tienes que tener claro cuál es el núcleo de tu negocio y seguir invirtiendo, asegurándote buenas ofertas y recortando sólo en aquellas cosas que tengan menos valor.
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